Restaurar un vitraux es un arte.


Un arte que se aprende como un oficio al entrar en contacto con los vitrales que existen en Buenos Aires. Es una ciudad que esconde en sus antiguos edificios, en iglesias, en palacios del Gobierno y en confiterías vitrales traídos de Europa y armados en Buenos Aires por familias de vitralistas a principios del siglo XX.






Desarmarlos, pintar sus vidrios con la técnica de grisalla, buscar los colores adecuados, hornearlos para lograr la exactitud de la pieza faltante, volver a armarlos con plomo, masillarlos y colocarlos es parte del oficio.

Entré en contacto con la restauración casi por casualidad y de a poco fuí conociendo la técnica, los materiales y todo lo necesario para que esos vitrales volvieran a lucir impecables.
Requiere mucha paciencia y mucho tiempo para desentrañar los misterios que llevan dentro.




Vengo de la tierra, la arcilla, la forma concreta.
Estudié modelado y alfarería con Mabel Santos y Jorge Basile; luego vino la escuela de cerámica que finalicé en el año 1985.
Años más tarde asistí a clases en el taller de Carlos Herzberg y allí tomé contacto con el vidrio. Comencé a combinar los dos elementos: uno transparente, frío, sin límites y el otro concreto, opaco, limitado. De esa combinación nacieron unas cuantas obras que me permitieron dar otro paso en mi carrera.
Los vitrales. Comencé a trabajar como asistente en la restauración de los vitrales de la ex Biblioteca Nacional de la calle México y luego vinieron muchas restauraciones en casas. Eso me inspiró a armar mis propios vitrales, con vidrios esmaltados y horneados especialmente para cada diseño.



En 1997 realicé mi obra más importante: un vitral de 9 metros de largo y 1 de alto, en un loft en el Palacio Alcorta. También tengo allí un vitral que convive con una obra de Clorindo Testa "La explosión".



Luego viajé a Barcelona, me inspiré con Gaudí haciendo pisos con vidrios y piezas incrustadas llenas de magia.

Después la más pura transparencia, la síntesis, el modelado en el vidrio, la unión plasmada, la arcilla modelando el vidrio dejando su impronta en la transparencia.








Si necesitás restaurar un vitraux o si querés conocer las diferentes técnicas que nos permiten trabajar al vidrio, te invito a mi taller.

El TALLER ABIERTO es un lugar tranquilo y silencioso para trabajar guiado por una profesional.

Durante los primeros dos meses propongo aprender diferentes maneras de trabajar el vidrio: vitrofusión, uso de esmaltes, moldes, guardas, pasta de vidrio y escultura en vidrio; para luego poder ir aplicando las técnicas aprendidas en la realización de objetos.




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